Es increíble como una persona puede perder su belleza, su misterio y su sensualidad en tan solo un segundo. El timbre de voz condiciona notablemente nuestra atracción hacia una persona. En pocos segundos esa persona que tanto te interesaba, puede dejar de hacerlo, con tan solo emitir un sonido.
Hablar con una persona con un timbre de voz desagradable para uno, es como ir a un bar con mala música. Podrá ser muy lindo lugar, pero a la segunda canción no aguantas más y te querés ir.
Es como querer escuchar a alguien y no poder hacerlo porque un ruido indeseable esta tapando lo que quiere decir, y que ese ruido indeseable sea su propia voz.
Además nadie pueda prestar atención a lo que dicen. Porque de nada sirve decir algo inteligente con un timbre de voz desagradable. Nadie te escucha. Solo esperan a que se termine el discurso para no escucharte más.
¿Se imaginan si el discurso de Martin Luther King
(I have a dream) hubiera sido con voz de pito? ¡Nadie le hubiera prestado atención! ¡No hubiera quedado en la historia!... Y Obama nunca hubiese sido presidente. O si Hitler hubiera tenido una horrible voz nasal, seguramente no hubiese habido segunda guerra mundial.
Y como si fuera poco, seguramente una persona con un timbre de voz “interesante”, trae consigo una risa “interesante”.Y ahí… Bingo.
Es importante el timbre de voz. De él depende que las palabras viajen seguras a destino, que sean convincentes y que descansen intactas para poder ser utilizadas mañana por la memoria.
El timbre de voz es como el timbre de tu casa. Cuando te visitan querés que suene algo lindo y placentero. Algo que los invite a pasar, y que sobre todo, los invite a quedarse.
Es tu ringtone. Cuando llamas a alguien querés que esa persona escuche un Miles Davis y no un Damas gratis para hablar con vos.
El timbre de voz es música. Es tu música. Genera el clímax de tus charlas. Es la banda sonora de tus palabras, de tus dichos, de tus chistes, de tus reclamos, de tus ideas.
Creo que la clave está en que el sonido es algo que nos invade sin poder filtrarlo. Ingresa a nuestro cuerpo y se mete directamente, como el aroma. Por eso es mas difícil de soportar si no nos gusta, porque sentimos que se nos esta metiendo en nuestro cuerpo y no lo podemos sacar.
Esto es a diferencia de la vista, o del tacto, que son sentidos más emisivos y más controlados por nosotros. De última cerramos los ojos, corremos la vista o quitamos nuestras manos y listo. En cambio al ruido, o al olor, es mucho más difícil poderles escapar.
Por lo tanto la voz entra directamente dentro de nuestro cuerpo a la hora de escuchar a alguien. Por eso es como si sintiéramos saborear algo desagradable si una persona tiene un feo timbre de voz. Y al mismo tiempo, saborear algo tan rico y erótico cuando esa voz nos gusta.
Por eso…hablame.