jueves, 26 de febrero de 2009

Que dependa de uno

Siempre creemos que nos faltan cosas para ser feliz. Estamos seguros de que esa felicidad depende de poder lograr un objetivo en particular. Como si la felicidad descansara solo en un futuro deseado. Y siempre creemos que es difícil de conseguir, y quizás así lo sea. Quizás esos objetivos sean difíciles o largos de transitar, pero eso es otro tema, porque la felicidad no descansa en lo que todavía no tenemos, sino en la simpleza de aprender a disfrutar de lo que tenemos.

Feliz no es el que tiene mucho, sino el que sabe disfrutar de poco.



La felicidad no tiene que ser un estadio para ciertos momentos de la vida. Como si fuera una recompensa por haber logrado algo, como cuando a un perro al que le dan una galletita por haber realizado la pirueta. La felicidad tiene que ser un modo de vida. Porque la única manera para ser feliz mañana, es siéndolo hoy mismo.
Hay que aprender a ser feliz con lo que tenemos (que siempre es más de lo que pensamos) y no con lo que nos falta.

La felicidad no es algo que llega, o algo que se gana…es algo que se aprende. Depende de nosotros aprender a ser felices y no de objetivos, o de otras personas.

Aprendamos de una vez.



viernes, 20 de febrero de 2009

El reloj adelantado de las mujeres

Algunas mujeres en cuestiones de amor, sienten que el tiempo no esta de su lado. Que siempre es tarde, que siempre queda poco tiempo.

Se basan en esto de que todo tiene fecha de caducación. Su belleza, la maternidad, la posibilidad de formar pareja, casarse, etc.
Creen que a medida que van creciendo, menos lindas estarán, menos firme estará su cuerpo, tendrán más arrugas y será cada vez más complicado tener un hijo.
Por lo tanto llegan a la conclusión de cada vez será más difícil conseguir un candidato potable. Y ahí empiezan a sentir que el tiempo las presiona.

Por eso son de planificar más que los hombres su vida amorosa: “A tal edad tengo que estar de novia, así me caso a tal edad y tengo hijos a tal edad”.

Muchas veces escuché a mujeres decir, al terminar una relación: “Pucha! Me voy a quedar sola para siempre”... ¡Y tienen veinte años! ¡Y solo se acabo una relación, no la posibilidad de formar a pareja estable!



Estas mujeres se rinden fácilmente. Mucho más fácil que los hombres. Y se agrava entrando a los treinta sin haber podido formar una pareja estable. Pero en vez de seguir creyendo en el amor, se rinden, se entregan a la soledad. Y quizás ni llegaron a los cuarenta.

Ellas justifican nuestro poco entendimiento porque argumentan que nosotros, los hombres, podemos ser atractivos a avanzada edad (de hecho muchos logran su máxima belleza de grandes) y que podemos tener hijos hasta nuestra muerte.

Esto me dejó pensando. El hecho de que las mujeres dejen de tener la posibilidad de tener hijos a la mitad de su vida, puede ser el desencadenante en su sensación de que siempre es tarde. Esto se agrava en la actualidad, donde la adolescencia pisa los treinta, y la profesión, o trabajo, quita más tiempo que el debido.
Antes no había tanta presión, porque las mujeres tenían hijos a los trece y se dedicaban a la casa y la crianza. Eso sí, morían a los cincuenta como mucho.

La adolescencia se alargó, los estudios y obligaciones personales se alargaron, la expectativa de vida se alargó, pero la menopausia no.

Antes aparecía a finales de la vida de una mujer….hoy a la mitad.

Eso es presión.

(Y para colmo el estado adelanta una hora sus relojes)


lunes, 16 de febrero de 2009

¡Devolveme mi banda!

Los amores no solo se apropian de corazones, sino también de canciones.
Es increíble como nuestros viejos amores no solo descansan en nuestra memoria, sino también en canciones y lugares.
Canciones que en algún momento pertenecieron a un artista o grupo musical, pero que derrepente empezaron a pertenecerles a ellos. Ya sea porque la escuchaban juntos, o porque esa persona siempre la escuchaba, o porque te acompaño cuando la extrañabas. No importa bien el porque, importa que cada vez que la escuchás, esa persona se hace presente en vos de forma instantánea y casi real.


Muchas veces acordarte de esa persona no es un grato momento. Y para no recordarla tomás como medida evitar esa canción o esa banda. Si empieza a sonar por accidente la sacás lo más rápido posible, o pedís que por favor que cambien el tema.
Y de un día para el otro esos Cd’s empiezan a juntar polvo en tu repisa.
¿Pero qué culpa tienen los Beatles?
Lo peor es cuando te encanta esa banda y no podes escucharla. Pones un tema y derrepente John Lennon  tiene la cara de tu ex. Terrible.
Tu ex no se conformó con quitarte tu corazón, tu adolescencia, tu autoestima, sino que también te quitó a los Beatles. ¡No vale!
¡Devolveme a los Beatles!   ¡Devolveme mi banda!
Por eso ojo que banda sonara eligen para su historia de amor, porque quizás no la puedas escuchar por un buen tiempo.

miércoles, 11 de febrero de 2009

Amor vs Perdón

Pensá que tenés a tu lado al amor de tu vida. A esa persona que tanto anhelabas. A tu amor verdadero. A esa persona que respetas, que admiras. A esa persona que saca lo mejor de vos. A esa persona que cuidás para que nada malo le pase. A esa persona que tan feliz te hace… ¿Le serías infiel?


Entonces no perdones una infidelidad.

Buscá a la persona que lo viva igual que vos.

Vos decidís si lo importante es conservar a la pareja o a tu creencia en el amor.


Las parejas pueden ser infieles y perdonarse, pero los enamorados nunca.
Pero no porque no sepan perdonar, sino porque no existe el concepto de infidelidad para ellos.

lunes, 9 de febrero de 2009

"Tengo una persona para presentarte"

Siempre me pareció muy interesante esa idea de que tus amigos te presenten a alguien.

Es muy gracioso, porque si nos ponemos a pensar, uno en verdad no elige de quien enamorarse, pero que tus amigos la pueden hacer por vos, tiene sentido. (¿?) Increíble….
Nuestros amigos juegan a ser cupido. Para ellos es súper divertido e interesante. Para uno puede ser una prueba de fuego sumamente incomoda o una oportunidad de conocer a alguien compatible.

¿Cuál sería la diferencia? Que ambos candidatos sepan o no que los quieren presentar.

La peor opción es la primera, cuando te dicen que te quieren presentar a alguien y sabes que ese alguien también lo sabe.
Esta todo como dicho y no juega la espontaneidad. Generalmente organizan una salida o “encuentro casual” con la candidata, que en verdad no es otra cosa que una especie de juicio publico en donde todos están pendientes de si hablas con ella, si la miraste, si te gustó y demás. Es como un “Realty” de un levante. Sumamente espantoso.
Otras veces no están tan pendientes, pero esa idea de que “se conozcan” ya esta en el aire.
Y la última opción es que salgan solos. Pero ahí si, ya es tan obvio, que a ninguno le importa fingir cierta casualidad, y se convierte más en una entrevista de candidato que en otra cosa.


Se pierde todo la sorpresa que se genera en uno, al conocer alguien. ¿Cómo te va a sorprender una persona de la cual ya vas con cierta predisposición a que te sorprenda? ¿Dónde esta la sorpresa?

Y lo peor es que quizás eran tal para cual, pero ante tanta antinaturalidad amorosa, se arruina una posible pareja antes de haberse conocido.

Por eso creo que lo mejor sería no decirles nada a ninguno y presentarlos como dos personas más en una reunión. Porque si algo tiene que pasar entre ellos dos, pasará de todas maneras sin que se tengan que involucrar tanto los amigos. O en su defecto pueden comunicar su verdadera intención y averiguar que le pareció, pero siempre después del encuentro, nunca antes

Otro tema interesante es saber si esa candidata que te quieren presentar es la amiga soltera, a la que hay que presentarle a alguien, o si de verdad tiene cosas en común con vos. Este es uno de los primeros puntos que uno descubre.

Obviamente existe un lado positivo. Sabes que tu amigo es de confianza, sabes que te conoce, que sabe tus gustos y demás. Te da más seguridad y tranquilidad saber que él te la quiere presentar, porque es como si hubiera pasado primero por su filtro, y eso la hace una candidata efectiva.

Quizás el amor pueda nacer de dos personas a las que presentaron, pero no será gracias a terceros, sino a ellos mismos.



jueves, 5 de febrero de 2009

Ojalá nunca te des cuenta

Uno de los requisitos para que una mujer sea realmente hermosa, es que no lo sepa.

Luis Médici

Foto: Luis Médici

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