Los hombres sufren de amor solo cuando realmente están enamorados, cuando se trata de esa mujer que vale la pena. Las mujeres, en cambio, sufren de amor por el hombre que vale la pena y por el que no, también.
Esta diferencia recae en cuestiones naturales y culturales.
El instinto predominante natural de la mujer (como especie animal) es el maternal. La mujer inconscientemente busca procrear y criar a sus crías. Pero para esto necesita a un macho, que no solo la insemine, sino que la cuide a ella, a sus crías y le pueda brindar recursos a ambos. ¿Cuál es el miedo de la mujer? Ser abandonada. La mujer entiende que sola no podrá tener cría, y que si los tuvo, no podrá criarlos sola, ni brindarles protección y recursos.
Por eso necesitan sentirse elegidas y que les recordemos que siguen siendo la elegida.
Esto tiene que ver con el tema de porque las mujeres (en gral.) quieren esperar para tener sexo; y también con el tema de sufrir más en un corte o “abandono” en una relación.
No importa si estaba enamorada o no, la mujer siente igual el dolor del abandono. Obviamente si estaba enamorada dolerá más, pero si no estaba enamorada también sufrirá por miedo a que se repita en un futuro con un hombre del cual si estuviese enamorada.Es aquí donde nacen las famosas preguntas: “¿Qué tengo yo?” “¿Por qué me dejo?” “¿Estoy fea?” “¿Lo asuste?” “¿Seré yo que soy rara?” Y capaz hace 2 semanas le decía a todas sus amigas que no lo quería, que era un boludo, pero en cuanto la dejo, sufrió. Y es por este miedo, no en si por el hombre, sino por este miedo a tener “algo” que mañana pueda asustar al indicado. En otras palabras, ser abandonada y quedarse sola.
Por eso la mujer se ve mas afectada al sentirse rechazada que el hombre. Por eso encaran los hombres (con alto riego de corte de rostro) y no las mujeres (en términos grales)
Si imaginariamente las mujeres se pusieran en nuestro roll de encare, no lo soportarían de la manera que lo soportamos nosotros. Sería un río de lágrimas, y por el miedo al rechazo, nunca se formarían parejas.
Los hombres no sienten esto. No tenemos ese miedo al abandono, porque como especie animal, inconscientemente creemos que tenemos que inseminar a todas las mujeres. Las que nos gustan y las que no tanto. Todas. Por eso es difícil darse cuenta si un hombre quiere a una mujer por querer tener sexo con ella. Si le gusta va a querer tener sexo lo antes posible, y si no le gusta, lo más probable es que también.
Pero (en defensa de mi sexo) cuando el hombre esta enamorado es fiel, mata, muere y cruza los siete mares nadando. El hombre enamorado da la vida por su mujer y sus crías. Ese es el instinto del hombre que las mujeres desean encontrar en el candidato: el cuidado, protección y seguridad que les brinda. En otras palabras, ser la elegida entre todas.
Los hombres tendremos que aprender de las mujeres, a que no tenemos la necesidad de inseminar todo lo que se nos cruza; que eso nos convierte en personas que no valen la pena. Y las mujeres tendrán que aprender de nosotros, a no modificar su autoestima y seguridad, justamente, por personas que no valen la pena.