martes, 25 de noviembre de 2008

Las historias de amor no terminan cuando la relación se acaba.

¿Cuándo cerramos nuestra historia con los ex?
¿Cuándo sabemos que ya no nos afectan más?
¿Cuándo termina realmente una historia de amor?


Cuando una relación termina, ya sea por un acuerdo de ambos o por alguno en particular, se genera en verdad una primera instancia de separación.

Luego de la ruptura creemos que la historia ya terminó. Ya no la vemos mas, ya la borramos de todos lados, podemos hasta estar de acuerdo con la ruptura y saliendo con otra persona. Pero todavía puede ser muy temprano para seguir adelante, sin antes haber pasado la verdadera prueba para saber si realmente se cerró esa historia en nuestra cabeza. La prueba es cruzarnos con nuestra ex.

Nuestros contactos con ella pueden ser:

-Personal, encontrándosela en algún lado.
-Que alguien la nombre y comente su vida actual.
-Ver una foto por accidente.
-Que te hable por MSN.
-y muchos mas…

Si durante estas situaciones se te hace un nudo en el estomago…malas noticias, la historia no te cerró.

Esto no significa que quieras volver con tu ex pareja, solo significa que la historia no cerró. Por bien o por mal, no cerró para vos.

Si terminaste mal con tu ex, porque te hizo mucho daño, lo mas seguro es que puedas seguir con tu vida, pero cuando sepas de esa persona quizás llegues a desearle que sufra de adulterio con su actual pareja o hasta la muerte. Si eso sucede significa que la historia no cerró para vos.
O sea, obviamente no le deseas la muerte, es una manera poética de que termine la historia en tu cabeza. Una manera de desearle un mal para que sufra igual que vos y así su dolor se nivele con el tuyo. Como buscando un fin justo para tu película, un merecido fin para tu historia de amor pasada. Y eso no es bueno, huele a revancha, venganza y despecho. Uno tiene que pensar en uno y seguir.

La historia de amor realmente termina cuando al tener un contacto con tu ex, no sentís ningún sentimiento extremo, ni de odio, ni de deseo. En el mejor de los casos, un cariño por alguien con quien compartiste un momento en tu vida.


O también se puede dar en el otro caso, cuando tuviste que terminar una relación que no querías terminar. Y al tener contacto se te hace un nudo y sentís unas ganas tremendas de decirle cuanto la queres y que te encantaría volver con ella (aunque sea una noche más). Pero sabes que no debes y eso es una señal de que no cerró la historia para vos. Quizás la señal más difícil de superar o de admitir…admitir que esa persona ya no te quiere como vos la queres a ella.

Recién lograras terminar esa historia en tu cabeza, cuando al tener contacto con ella, te nazca de corazón desearle lo mejor, sabiendo que lo mejor para ella…no sos vos.
Y recién ahí estarás preparado para una nueva historia. Pero no antes, porque si lo hacemos antes, podremos correr el riesgo de arruinar nuevos amores.

Será cuestión de tiempo en el cual se tarde en descubrir el sentido de porque tiene que terminar la historia. Pero cuando ese momento llegue te sentirás feliz, contento y alegre, pero de verdad, porque serás libre de las cadenas del amor no correspondido.

Y un ciclo habrás cerrado, un circulo completo habrás dibujado y llegarás al final de tu película en donde no habrá buenos ni malos, ni finales tristes o felices, solo habrá un final…y nada mas.


viernes, 21 de noviembre de 2008

Armalo vos misma

Hay veces que la necesidad de querer formar una pareja estable, obliga a las mujeres a elegir al “mejorcito” dentro de sus candidatos del momento o al nuevo que no llega a “cerrarles” del todo.
Aquí nace el problema: Ninguno es el “hombre de sus sueños”, ninguno es el hombre con el que soñó casarse desde los 7 años. Pero no importa, ellas siempre encuentran la manera para “acercarlo” a su hombre ideal y así poder estar por fin en pareja.

Frases como:

“Me gusta, pero le cambiaría ese corte de pelo/esa forma de vestirse/si tuviera otro trabajo/si ganara mas/le sacaría la barba/le cambiaria esas zapatillas que siempre usa.”


Luego, cuando ya consiguen estar en pareja, de a poco van influenciándolo. Casi siempre los “deseos de cambios” comienzan con la frase: “A ver, déjame ver solo como te queda…” (Listo, ahí perdimos)

Frases como:

-“¡Mi amor mirá la camisa Polo que te compre!” (y el pibe usa todos los días una remera negra de Metallica)

-“A ver, déjame ver algo…y si te peinas así?” (Cuando abrís los ojos sos un flogger)

-Un clásico mío: “¿Y si te afeitas como quedas?”

-Otro clásico mío: “Ya nadie usa pantalones Oxford”


Las mujeres necesitan cambiarnos algo siempre.


Puede ser porque ellas están acostumbradas a esto de “que combine conmigo”. De chiquitas jugaban con muñecas y les elegían la ropa, los peinados, la profesión, todo según sus gustos personales. Inconscientemente era un espejo sobre ellas mismas, era un deseo de como querían ser cuando sean grandes. Hasta aquí, todo normal, porque nosotros también lo hacíamos jugando a ser bomberos, detectives o superhéroes. Pero a diferencia de los hombres, las mujeres también “diseñaban” al marido de la muñeca. Elegían su ropa, su peinado, su auto y su profesión. Todo para que combine con su muñeca (o con ellas mismas). De chicas le eligen la zapatilla al Ken y de grandes se la eligen a su marido.

Además cada nena sabía cual muñeca era de quien, porque era una extensión de su personalidad y gustos. En cambio nosotros no combinábamos nuestros soldaditos: “a mis soldados les puse remeras naranjas con fusiles violetas”, “mi tanque tiene una calcomanía de Alf y lo pinte de celeste porque soy con Racing”. No, no pasaba, todos teníamos los mismos soldaditos y tanques que no combinaban con nosotros.

Luego las nenas se hacen mujeres finalmente, y ya no juegan con muñecas, pero sí siguen teniendo esa necesidad de que todo lo que les pertenece combine con ellas: su casa, su auto, su ropa, sus zapatos… su novio.

Las mujeres siempre nos quieren cambiar algo, porque por más perfecto que parezca el candidato, ellas necesitan que su hombre combine con ellas.


viernes, 14 de noviembre de 2008

Sexto Sentido

Es verdad, las mujeres poseen un sexto sentido.

Dentro de todas las diferencias entre hombres y mujeres, el sexto sentido, que solo ellas poseen, funciona como un superpoder a la hora de las relacionarse entre hombres y mujeres.
Es increíble, pero ellas siempre se dan cuenta de tantas cosas que nosotros no notamos. Por ejemplo:

Cuando están en pareja, siempre notan si una chica mira a su chico.

-¿Qué onda esa tal Romina?
–Nada ¿por?
–Esta con vos, no ves como te mira.
-(¿?)

Pero increíblemente después tiene razón.

O anticipan parejas de forma adelantada.

-¿Tu amigo José esta solo no?
-Sí… ¿por?
-Es ideal para Claudia…
-Mmm…cualquiera…

Y al mes José y Claudia se casan.

O cuando son amigas y te dicen:

-Encara a esa chica.
-Pero por favor, ni me miro en toda la noche
-Vos anda y hablale.

Vas con actitud de rebote y terminas ganando.

Esas cosas los hombres no las vemos tan claras (bueno, directamente no las vemos). Ellas poseen ese sexto sentido y descifran detalles que nosotros ni percatamos.


También lo utilizan, cuando perciben cerca a ex parejas de su novio, para acotar: “veo gente muerta” (Perdón, no me pude resistir a hacer un chiste malo referido a la película)

Pero ojo, puede ser un arma de doble filo.

Solo las mujeres poseen el sexto sentido, que consiste en poder descifrar los detalles que hacen a una insinuación.
El problema es cuando lo quieren aplicar para seducir a un hombre. Intentan seducirnos con detalles a descifrar, y se olvidan que nosotros no tenemos el sexto sentido para poder descifrarlos. Somos los torpes en el arte de la seducción.
Esto nace de la cantidad de mujeres que conozco, que plantean que el chico que les gusta, no se aviva de que le están mandando señales. Quizás puede ser esto. No le manden señales de sexto sentido, porque no las vemos.

Si ven que no funciona, empiecen a mandar de quinto sentido y así. Hasta hacerle una pancarta con luces de neón con un grafico explicativo que abarque desde Adán y Eva hasta ustedes dos. O mandenle este post. No será lo más romántico, pero entenderá al fin.




¿Cuáles son sus historias de sexto sentido?

miércoles, 12 de noviembre de 2008

Decisiones

A causa del post anterior, salió a flote una cuestión: Algunos estaban a favor de volver con un ex y otros no. Lo interesante de esto, y que me hace escribir este post, es que ambos tienen razón.

En el amor no existen las decisiones preestablecidas racionalmente correctas. Una respuesta que te brinda un manual, al cual acudimos para tomar una decisión amorosa.

Yo creo que la decisión correcta es la que rige del corazón en ese preciso momento. A pesar de que muchas veces la cabeza cuestiona esa decisión y trata de modificarla.

Por eso no puedo tener una respuesta a las preguntas: “¿Perdonarías un engaño?” o “¿Volverías con un ex?” o cualquier otra cuestión en donde haya que tomar una decisión importante. Sí obviamente tengo tendencias a ciertas respuestas, pero ninguna puede ser concreta e inamovible.
Depende de que persona tenga al lado, de la relación que ambos hayamos construido y sobre todo de lo que yo sienta en ese preciso instante.

En el fondo uno sabe que es lo que tiene que hacer. Si quiero perdonarla, la perdonaré y esa será la mejor decisión. Y si siento que no puedo perdonarla, entonces esa será la mejor decisión.


En el amor no hay respuestas preestablecidas. No, eso no existe. Las respuestas nacen en el momento del cuestionamiento. Y hay que escucharlas y mantenerlas.
Esa es otra de las cosas interesantes del amor. Que todo es correcto y al mismo tiempo todo es incorrecto. En el amor todo está bien y todo está mal. Todo vale y nada vale. No hay reglas establecidas. Uno mismo las crea con la otra persona, a medida que avanza la relación.

Como dije antes, cada pareja crea una nueva y única definición de lo que es el amor. Y ellos mismos escriben ese manual día a día. Las respuestas para tomar decisiones están en ellos, en el interior de cada uno. Porque solo ellos entienden como funciona su relación.

Y aquí nace otra definición de lo que podría ser el amor: Esa persona que entiende el amor de una manera similar a la tuya. Esa persona que comparte las mismas “reglas”. Y que por lo tanto, tomará las mismas decisiones con respecto al amor.

lunes, 10 de noviembre de 2008

Not a second time

No soy de los que se inclina en volver con una ex. No digo que no pueda funcionar, solo digo que es una idea tramposa.

Generalmente cuando extrañamos a un ex, en verdad extrañamos esos buenos momentos que supimos disfrutar con esa persona. Esas razones y esos motivos por los cuales en algún momento decidimos empezar la relación. Y si, son geniales. Porque realmente quisimos a esa persona. Pero esos buenos recuerdos son pasado y hoy ya no existen más.
Las relaciones terminan. Y también terminan las de un amor puro y verdadero. Si la relación no avanza, se estanca. Sé que duele, que no lo podemos entender, y que eso nos lleva a pensar: “¿Si antes era genial, porque no lo vamos a tener de nuevo?” Pero intentarlo otra vez sería querer hacer “rewind” sobre la misma relación. Sería ir para atrás (y revivir el pasado) cuando hay que ir para adelante (y volverse a enamorar).



Por eso creo que muchas veces no es querer volver con esa persona, que por algo termino y no funciona, sino querer volver a revivir esos hermosos momentos vividos.

¿Cuánto pueden durar dos personas que ya se dieron cuenta que no funcionan?
Solo el tiempo que les lleve recordar el porque no funcionaban.

No hay que darle una nueva chance a una persona, hay que darle una nueva chance al amor…

domingo, 2 de noviembre de 2008

Discurso casamiento Germán y Natalia

Germán y Natalia están felizmente casados. Y para su fiesta de casamiento me pidieron que cree una ceremonia y los case. Aquí comparto algunos fragmentos de mi discurso.


Sábado 1/11/08

“…Seguramente para muchos esto parezca una locura.
Germán y Natalia se conocen hace apenas 5 meses. Nunca convivieron y ni siquiera tuvieron la oportunidad de festejar sus cumpleaños juntos. Pero lo más interesante de todo, es que esa gente tiene razón. Esto es una locura, una locura llamada amor..."

“…Quien no quiere enamorarse y volverse loco. El estar enamorado logra la mejor versión de uno mismo, gracias a otra persona. Pero el amor no es encontrar a esa persona que te ayuda a ser mejor, sino la persona que sin darse cuenta lo logra.
A ver, levanten las mano quienes estan hoy locamente enamorados…bien…y ahora levanten la mano quienes lo estuvieron y quieren volver a estarlo…todos. ¿Ven? Ahora los entendemos un poco más ¿no?…”

“…Yo sé que todos dudamos de la existencia del amor en algún momento. Pero como no volver a creer después de verlos a ellos dos. A ellos dos que se casan por el solo hecho de querer casarse, por estar enamorados y nada más. Y más hoy en día donde tenemos que aclarar el “y nada más”.
Hoy notaba que eran ellos quienes nos daban las gracias, “gracias por venir, gracias por estar presente, gracias por el regalo”. Y esta mal, tendría que ser al revés, nosotros les tenemos que decir gracias a ellos, gracias por darnos un ejemplo de que el amor todavía existe…”

“…Además cada pareja crea su propio código, su propia definición de lo que es el amor según ellos. Por lo tanto nadie va a entender que sienten, solo ellos lo saben.
Esta noche Germán y Natalia están creando su propia definición de lo que es amor, y esta nueva y única definición, se va a sumar a la de todos nosotros. Por eso, la próxima vez que me pregunten que es el amor, o trate de definirlo, solo daré un ejemplo y ese ejemplo será: Germán y Natalia…”

“…Ustedes ahora tienen una responsabilidad, un trabajo, y no es a nivel civil o económico, es algo más importante, porque los enamorados son los promotores del amor en la tierra. Y como tales, su trabajo es promover el amor en todos los ámbitos a los que puedan llegar, con sus amigos, con su familia, con sus trabajos, con sus proyectos…con hijos…”

“…Y ustedes tiene lo que muchas parejas no tienen al casarse: Amor. Y con eso pueden construir ciudades, así que a construir ciudades…”
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