Algunas mujeres no ven a la soltería como un estado civil o una elección personal, sino como un problema que tienen que resolver. Algo que no puede seguir así.
Siempre llega un momento en el cual creen que ya pasó mucho tiempo para seguir estando solteras, y por eso empiezan a sospechar que algo mal están haciendo. Ya sea porque siempre eligen malos candidatos, porque no logran que los buenos se queden con ellas o porque no logran enamorarse del que se enamoró de ellas. Y cometen el grave error de echarse la culpa a ellas mismas de su soltería.
Siempre llega un momento en el cual creen que ya pasó mucho tiempo para seguir estando solteras, y por eso empiezan a sospechar que algo mal están haciendo. Ya sea porque siempre eligen malos candidatos, porque no logran que los buenos se queden con ellas o porque no logran enamorarse del que se enamoró de ellas. Y cometen el grave error de echarse la culpa a ellas mismas de su soltería.
Creer que la culpa es de ellas trae como consecuencia grandes errores como intentar quedarse con el que esta enamorado de ellas, solo porque creen que son ellas las que cometen algún error y entonces se dejan convencer. Creen que de esa manera algún día ellas se van a terminar enamorar de él, solo porque él lo esta de ellas.
Tratan a toda costa que la relación funcione. Y muchas veces termina funcionando, pero bajo el ideal del otro. Se esconden bajo la seguridad y la determinación que les brinda el enamorado y se convierten en la novia perfecta que siempre quisieron ser. Pero solo para él. No para ellas, porque ellas ya se olvidaron de ser ellas mismas hace rato. Y eso no es amor.
Echarnos la culpa de nuestra soltería es una de las mayores estupideces que podemos cometer. Solo sirve para que tengamos miedo a ser nosotros mismos y creer que cometemos errores en el amor.
Pero en el amor ningún error puede cometer el que elije ser uno mismo.