En el amor las palabras no sirven de nada sin el sentimiento que las avale.
Siempre sabemos quien nos quiere de verdad y quien no, por más cosas lindas nos diga. Y a su vez sabemos a quien queremos de verdad y a quien no, por más cosas lindas le digamos.
Pero claro, otra cosa muy diferente es querer verlo o no.
¿Cuántas veces nos quedamos con un “Pero si me dijo que me quería” y al final no nos quería?
¿Y cuántas veces dijimos “yo también te quiero”, cuando en verdad no sentíamos lo mismo?
Lo más difícil es afrontar las situaciones en donde sabemos que las palabras que nos dicen no son acompañadas por los sentimientos que describen.
Saber que nuestra pareja ya no nos quiere por más que “Te quiero” o “Te extraño” sigan saliendo de su boca puede parecer algo difícil, pero no lo es. Siempre lo sabemos, solo es cuestión de querer afrontarlo. Y es ahí cuando tenemos que tomar cartas en el asunto.
Entiendo que es feo tener que cortar una relación cuando es uno el que quiere seguir. Pero el amor poco tiene que ver con palabras.
Siempre sabemos quien nos quiere de verdad y quien no, por más cosas lindas nos diga. Y a su vez sabemos a quien queremos de verdad y a quien no, por más cosas lindas le digamos.
Pero claro, otra cosa muy diferente es querer verlo o no.
¿Cuántas veces nos quedamos con un “Pero si me dijo que me quería” y al final no nos quería?
¿Y cuántas veces dijimos “yo también te quiero”, cuando en verdad no sentíamos lo mismo?
Lo más difícil es afrontar las situaciones en donde sabemos que las palabras que nos dicen no son acompañadas por los sentimientos que describen.
Saber que nuestra pareja ya no nos quiere por más que “Te quiero” o “Te extraño” sigan saliendo de su boca puede parecer algo difícil, pero no lo es. Siempre lo sabemos, solo es cuestión de querer afrontarlo. Y es ahí cuando tenemos que tomar cartas en el asunto.
Entiendo que es feo tener que cortar una relación cuando es uno el que quiere seguir. Pero el amor poco tiene que ver con palabras.
Son las palabras las que nos permiten mentir y no los sentimientos.
Cuantas menos palabras utilicemos para explicarle a alguien porque lo queremos, más verdadero será nuestro sentimiento.
Aprendamos a escuchar más lo que sentimos por el otro y lo que el otro siente hacia nosotros. Y descubriremos que la mayoría de los “Te quiero” son los que se sienten y no los que se dicen.